domingo, 17 de enero de 2010

Domingo

Es difícil pensar cuando te sientes peor que un mojón, cuando tus esperanzas se reducen a esperar la comida y tratar de dormir, evitando las pesadillas y los porqués que no paran de atacar. Son días como estos cuando sientes la culpa de existir, cuando el mundo te parece un basurero y los semejantes valen igual que una moneda de cuero. La mente se desgasta, el cuerpo se pierde entre días que se van sin importancia. ¿Qué hacer cuando el no hacer es todo lo que importa? Los días son largos y las noches insoportables, estas perdido y empiezas a sospechar que no eres el centro del universo.

Pierdes tiempo, se malgastan tus dones y no aparece esa señal de luz que tanto esperas; es domingo, dios descansa y le importa poco tus suplicas. No te encuentras, no eres nadie, sabes que el futuro no se escribió para seres con tanta estática como tu. Entonces entiendes que la nada existe, que estas dentro de sus dominios, tú eres la nada, el que camina y no se mueve, el lagarto que busca lo que no ha perdido, un sediento cactus que busca el sol en una noche larga y fría, una respuesta que nadie pidió, el hijo bastardo del silencio.