jueves, 8 de octubre de 2009

Perfeccion

Aun sueño con una casa grande en la que pasar los últimos años de mi vida, podando los árboles y regando las plantas, todavía quiero una esposa comprensiva que envejezca conmigo en los años del olvido, una persona que entienda mis cambios de ritmo y el miedo a las preguntas sin respuestas, alguien a quien amar de verdad, sin mascaras. Aun quiero tener dos hijos que me saluden de beso y bendición cuando llegue a casa del trabajo, unos hijos con los que jugar los domingos en el parque y enseñarles que la libertad jamás se debe perder, que la educación es el único camino para ser verdaderos.
Una suegra que no crea que soy su enemigo y unos amigos que no me exijan mas de lo que puedo dar, una perfecta visión de la vida que no me lastime, aun quiero tener unos ojos claros que no denoten tristeza ni este cuerpo invisible que nadie ve ni determina.
Sueño con los árboles rodeándome, volviendo a mis orígenes, a morir en paz, de vejez, como debe ser, después de haberle ganado la partida a la vida incesante y de doble cara, aun pienso que puedo encontrar un lugar perfecto lleno de amaneceres claros, noches frías y vientos favorables. Donde encuentre a un dios que no me juzgue y entienda mis maldiciones, un lugar donde no sea yo