sábado, 26 de diciembre de 2009

Invisible

Un hombre camina la ciudad, la recorre, se pierde. Busca la oscuridad mientras las luces de las casas brillan y parpadean sin parar. No encuentra su lugar mientras los demás ocupan bares y discotecas.
Un hombre se cansa de pensar, anhela ser menos triste, que le duela menos el bullicio, que su alma no se hunda en la ausencia del silencio. Le han robado las palabras, la sonrisa se pierde entre gestos de introspección; murmullos sueltos entre palabras ajenas.
Un hombre tiene la mirada perdida, solo ve sombras y cosas inconclusas, retazos de existencia, espacios vacios. Quiere tocar a Dios, pero las noches traicionan su voluntad.
Un hombre no encuentra su lugar, los sonidos alegres se meten en su cabeza y no los comprende; notas desconocidas para una mente sin esperanza de ser.
Un hombre se cansa de andar sobre sus pasos, de ser invisible para los demás. Se detiene, ve la luna apagarse, la negrura invade su mirada, el paisaje se derrumba, solo ve asfalto. Es hora de dejar atrás el incomprensible mundo colectivo y los porqués sin respuestas.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

La enemiga de mi silencio

Llegó navidad. Esa época tan fastidiosa y sobrevalorada por los medios de comunicación. El mundo aprovecha este mes para vender toda clase de cosas innecesarias; desde un pino artificial hasta unas figuritas hechas de barro representando un nacimiento de un tipo que realmente nunca existio. Los almacenes de ropa hacen su agosto elevando los precios a compradores incautos que no quieren recibir el año nuevo sin “estrenar”. Un viejito vestido de rojo y barba espesa es el tipo más popular de la ciudad. Su presencia vende millones y esta dotado de una barriga tan grande como la de Jota Mario.
El bullicio se toma las calles. El vallenato invade las aceras y al frente está el maldito reggaetón; que no se cansa se sacar canciones estúpidas y vacías como la misma inteligencia de Jota Mario. El mundo y su plaga; es decir nosotros, están empecinados en demostrar que están vivos a punta de bullicio y estruendosos sonidos repetitivos.
La navidad es el enemigo declarado del sagrado lenguaje del silencio. Es en esta época en que pierdo mi lugar y me siento desencajado, perdido y fuera de ruta. Algo me roba las palabras y la estabilidad. No me hallo. Una aburrida y brumosa melancolía me invade y nada impide que se pegue a mi rostro. Entonces soy huraño y molesto con los demás, una soledad toca mis instantes y me hunde en cierta depresión fastidiosa.
Quisiera pensar que solo por este mes no soy yo. Que me convierto en un esplendido bailarín, un amante del merengue; el fanático numero uno de la salsa. El tipo que el ultimo día del mes antes de llegar medianoche saluda a los vecinos deseándoles “feliz año nuevo” y se reconcilia con aquellos a los que no les habló durante todo el año; Pero ese no soy yo. La navidad es mi enemiga y por eso corro a esconderme donde ni siquiera las hadas puedan encontrarme. Hiberno por 31 días mientras el mundo se hunde en su propio vomito; mientras la luna se embriaga y el sol duerme de día. Duermo para olvidar que no hay cabida para un lagarto solitario lleno de prejuicios y tristeza en la epoca mas fastidiosa del año.

lunes, 23 de noviembre de 2009

El vacio sin forma

Me mira con deseos de golpearme.
-que quieres estúpido.
-quiero que no me dejes.
-tú no sabes amar comemierda.
-quiero que me enseñes, no me dejes solo.
Aspira a fondo el cigarro que descansa en su mano derecha. Mira al cielo tratando de descifrar la telaraña que cuelga desafiando la gravedad.
Empieza a caminar por la habitación, esquivando libros, CD’s y las sillas patas arriba. La veo perderse en las nubes que se asoman por la ventana. Es una imagen que guardaré cuando haya sacado sus cosas de mi apartamento; una imagen que como todas las cosas el tiempo terminara por diluir.
-¿sabes algo Daniel? El mundo no gira como quisiéramos- dice mientras me observa con ojos de jueza infernal. –algún día entenderás lo que significa ser libre-.
-¿ser libre? Maldita sea como me hablas de libertad cuando lo entregas todo por una vida “estable”- me enojo y me desahogo haciendo estallar un florero contra la pared.
-eres inmaduro, necesito a alguien que piense en algo más que sexo y drogas.
-si me dejas moriré. Si se trata de conseguir trabajo lo haré; pero no me dejes naufragando.
El silencio invade la habitación. Solo la gota constante que cae del lavaplatos perturba el ambiente. Arroja la colilla por la ventana, tomas sus maletas y se dirige a la puerta.
No le estorbo el camino y la dejo pasar sin detenerla. Antes de salir por la puerta y de mi vida se gira para despedirse.
-el puto mundo es algo que entenderás cuando mires mas allá de las nubes.
Toma sus maletas de nuevo y su figura desaparece. En mí todo se vuelve gris. Me acerco a la ventana y miro las nubes, sin forma, sin rumbo. Trato de ver más allá pero su ausencia es más fuerte.
El dolor se antepone a los demás sentimientos decía algún escritor. Malditos los escritores, maldita mi soledad.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Libre corazón

Subía por la calle de siempre mientras el sol no reparaba en mostrarme quien mandaba en el cielo. Estaba a pocas cuadras de su casa y el corazón quería salirse de su sitio y huir. No entendía como volvía a buscarla cuando había partido mi orgullo en dos y pisoteado mi autoestima. Ella es el corazón que no tengo y eso me da escalofríos. Ella late por mi; me tiene atado y el nudo es muy difícil de romper; el nudo son sus momentos de los que no me puedo separar ni correr.
Llegué, toqué tres veces y esperé que nadie abriera. Me visualice como el niño en su primera cita y temí caer en las garras de amor. Pensé en tantos corazones rotos y en las vidas que se pierden porque alguien no supo querer; tal vez para querer no hay reglas y por eso nos sentimos tan mal cuando las reglas que inventamos para amar alguien las rompe.
La perilla giro y las bisagras hicieron su trabajo; me saludo de beso en la boca y me invito a pasar; de nuevo. Otra vez en la misma casa, solo ella y mí compungida personalidad. Quise matarla por no tener el 100% de su corazón y jugar a quererme. Me sirvió vino en una copa algo mugrienta. Mientras tomaba largos sorbos; ella, la mujer libre y de hábitos extraterrestres se asomaba por la ventana dándome la espalda. En ese momento comprendí su forma de querer y la cantidad de caricias que guardaba en algún baúl de su mente. Me alegré por ser uno de los insectos que tenían acceso a su néctar. Me levanté y abrazándola la besé hasta perderme en su cuerpo infinito rebosante de amor. Un amor tan simple y ambiguo que ya empezaba a contagiarme

jueves, 29 de octubre de 2009

Deseos proscritos

Y seremos uno, dos gotas de lluvia cayendo sobre el asfalto, dos cuervos buscando un nido seguro y una noche sin trampas ni oscuros pensamientos de traición.
Seremos sol y seremos noche, tu conmigo oscuridad misteriosa llena de átomos inquietos, yo contigo luz imperecedera que atraviesa el tiempo y no conoce final.
Seremos felinos maullando a la luna en busca del tesoro de la penumbra, esencias que se juntan y comparten sus caminos, foráneos en una dimensión que nadie ha visitado, oscuros pensamientos en el alma de un devoto creyente.
La utopía y la piedra filosofal que jamás se ha dejado ver, seremos tímidos y temerosos huyendo de nuestros miedos, del pasado que no se borra ni se quiebra, tu y yo seremos el pecado que nadie quiere admitir y la rebeldía que boca alguna se niega a pronunciar.
Caballeros y doncellas en búsqueda del amor perdido, seré contigo verdadero mientras se esfuma la mentira de mi verdad, serás el verso que jamás he escrito por ser inmortal e inabarcable. Solo si lo quieres, solo si decides caminar a mi lado bajo la lluvia seremos uno mientras nos reímos del mundo y sus fantasías.

jueves, 22 de octubre de 2009

Ausencia

Era sábado en la noche y te necesité, hacia frio y los autos me miraban indiferentes, muchas dudas rondaban mi cabeza y quise tenerte enfrente, abrazarte.
Salté varios charcos, las farolas me observaban precavidas; me sentí vulnerable y solitario, te necesité y solo pude recordarte de manera fugaz, pasajera.
Te imaginé mirándome fijamente, observando mi alma escondida y cobarde, entonces quise correr, buscarte entre los arboles adormecidos, entre el tumulto de gente que se agolpaba en la estación del metro, entre las gotas presas de la gravedad, entre los recuerdos.
Te quise real y el viento me dijo que no estabas, otras causas perdidas te ocupaban y el espacio estaba en mi contra, mucha lluvia, mucha desazón, mucha ausencia, tuya, de tus brazos, de tu boca milagrosa.
Mojé mi ropa, mis zapatos, sentí congelarme y la brisa me mostró la absurda realidad; te necesité revestida de consuelos hechos a mi medida; te extrañé y lamente que el presente fuera nuestro sincero enemigo, la noche siguió andando y yo con ella, borrando de a trozos tu recuerdo, mientras llegaba a casa a olvidar que ya no estabas; vacio, mucho vacio.

lunes, 19 de octubre de 2009

Lo que nunca te dije

Aun recuerdo tantas tardes, trozos del día en los que solo importaba tu presencia y esos sonidos que se conjugaban en tu boca, formando palabras, armonías, verdades.

Lo que me decías se transformaba en alimento para mi monótona depresión que tu sabias esfumar; desaparecer entre miradas profundas y un abrazo sincero del que aun conservo el calor y el recuerdo del que la luna es cómplice.

El mundo se hacía pequeño el espacio era finito y nada mas importaba que el sagrado lugar que nos unía y nos separaba a la vez.
Muchas veces el sol se ocultó para no molestarnos las tardes, los mediodías ¿recuerdas? El era feliz si tu sonreías y yo, inquieto por disolver el reloj que te despedía, maldiciendo a cronos.

Tus sonrisas eran destellos de luz, pedazos de alma que se escapaban por tus labios, mas allá del corazón, entre dimensiones de gran perfección, allí estaba tu esencia, definiendo lo que eras, el espíritu que sobrepasaba mis argumentos.

Y te quise con todo lo que me sobraba, que era lo que tenía, te quise como el girasol al gigante astro, que sin alcanzarlo no deja de seguirlo con su mirada, no deja de necesitarlo, yo te necesitaba, tal vez nunca te lo dije pero tu eras mi necesidad diaria,mi perfecta medicina.

jueves, 8 de octubre de 2009

Perfeccion

Aun sueño con una casa grande en la que pasar los últimos años de mi vida, podando los árboles y regando las plantas, todavía quiero una esposa comprensiva que envejezca conmigo en los años del olvido, una persona que entienda mis cambios de ritmo y el miedo a las preguntas sin respuestas, alguien a quien amar de verdad, sin mascaras. Aun quiero tener dos hijos que me saluden de beso y bendición cuando llegue a casa del trabajo, unos hijos con los que jugar los domingos en el parque y enseñarles que la libertad jamás se debe perder, que la educación es el único camino para ser verdaderos.
Una suegra que no crea que soy su enemigo y unos amigos que no me exijan mas de lo que puedo dar, una perfecta visión de la vida que no me lastime, aun quiero tener unos ojos claros que no denoten tristeza ni este cuerpo invisible que nadie ve ni determina.
Sueño con los árboles rodeándome, volviendo a mis orígenes, a morir en paz, de vejez, como debe ser, después de haberle ganado la partida a la vida incesante y de doble cara, aun pienso que puedo encontrar un lugar perfecto lleno de amaneceres claros, noches frías y vientos favorables. Donde encuentre a un dios que no me juzgue y entienda mis maldiciones, un lugar donde no sea yo

viernes, 25 de septiembre de 2009

Eva que no llega

La esperé por mas de una hora y ni su sombra apareció, los minutos pasaron y el sol se hacia cada vez mas insoportable, conmigo esperaban otras personas que tal vez tambien dejarian plantadas.
Esperaban por ese pedazo de amor en el que poder descargar todos esas represiones que les creaba la ciudad y sus horarios. Pense en el fin del mundo, en la economia mundial y nada, ella no queria asomar sus ojos en ese parque que se consumia con el calor infernal de esta ciudad que me conozco milimetricamente.
Los demas seguian esperando para no quedar en vergüenza, no irse con las manos vacias por donde vinierón; por eso seguin ahi; como yo; a cada minuto nuestras posibilidades se agotaban y nada podia detener el tiempo.
Pense en el amor y sus consecuencias, esa busqueda de la media costilla era algo que terminaba en desilusion, pues aunque lograras casarte con la misma miss universo siempre haría falta algo, ese algo que da dolores de estomago y malestares nocturnos cuando las cosas no empiezan a fluir bien, el amor es la excusa para no pensar en nosotros mismos, para no respondernos las preguntas existenciales que corroen nuestra cabeza. Es el no sentirse solos sabiendo que por mas noches que pasemos con ese otro pedazo de huesos y carne jamas, pero jamas llegaremos a meternos en su alma y ser uno solo, jamas dejaremos de ser unidad que busca el calor humano que no encuentra en si mismo, jamas dejaremos de estar solos, de sentirnos miserables y fastidiosos despues del sexo.
Cuando creí que era suficiente tortura y cuando no quedaba nadie mas que yo en ese mugroso parque, coloque mis pies en el suelo y sali con vergüenza por donde habia entrado, con el rabo entre las piernas, con mas angustia que otra cosa y dispuesto a guardar algo de dignidad para el dia del juicio final.

domingo, 6 de septiembre de 2009

El ocaso de la fuerza

Es domingo; en la mañana duermen los borrachos, las putas y los celadores para olvidar el día anterior. Hoy he decidido ir donde mi familia, para que recuerden que sigo vivo, sobreviviendo en la selva. Mis padres viven en un barrio que se aferra a los límites de la ciudad y a sus contornos desdibujados por la polución. Tomo el bus y pago el pasaje. Los pocos que lo ocupan guardan silencio, es el ambiente perfecto del domingo, silencio y mas silencio; un rito sagrado para tener una retrospectiva de lo miserables que podemos ser.
El bus atraviesa avenidas, se salta señales de transito y frena bruscamente.
De pronto y sin pensar en más he llegado a la casa de mi madre, la casa aun permanece triste, parece anclada en la época colonial, tan vieja como los recuerdos que me atan a ella. Mi madre sale y me saluda, trato de abrazarla pero algo me lo impide, me hace seguir, me ofrece café y me pregunta por mi vida, le digo que no hay nada nuevo que decir, que Paola me dejo por un abogado y que aun no logro conseguir un trabajo estable.
Después de otra taza de café, le pregunto por mi padre y ella se entristece, sus ojos dicen mucho pero no logro descifrarlos, me cuenta que ha estado extraño, que casi no habla y que lo ha escuchado llorar.
Ella no tiene ni idea de que le sucede y mucho menos yo, me sorprende escuchar a mi madre decir que su cara es tan melancólica como la de un adolescente atormentado, es extraño; siempre pensé que era el tipo fuerte al que ninguna tormenta podía doblegar, con el carácter para soportar las trampas de la vida y colocarle el pecho al viento, desde niño cierto miedo recorría mi cuerpo cuando el se acercaba, crecí con los nervios alterados gracias a su presencia y cierta rabia hacia su figura.
Camino la casa y después de saludar al perro salgo a la calle a ver pasar antiguos conocidos. Mi padre aparece a lo lejos, esta mas delgado y camina lento, mira al suelo y no habla con nadie. Se que algo lo atormenta, algo que le ha robado la vitalidad y el genio dominante de años pasados, ahora solo veo un lacayo atormentado, con mas ganas de morir que de ver otro amanecer. Llega a la entrada de la casa y clava sus ojos en los míos, un escalofrío recorre mis extremidades, descubro en sus ojos la tristeza que me hacia sufrir en años anteriores y me doy cuenta que no somos tan distintos.
Me siento incomodo y después de despedirme de mi madre y de el suicida en potencia salgo con paso largo a refugiarme en mi mundo.

sábado, 15 de agosto de 2009

Cartas del Bosque III

Hada
No sé por dónde comenzar; han pasado muchas horas desde la última vez que quise escribirte algo, han pasado muchas cosas y con ellas la luna que aun no me ha dejado de hablar a pesar de los antidepresivos que ahora hacen parte de mi comida diaria, mi salud no ha sido la mejor estos días; algo está funcionando mal dentro de mi lánguido cuerpo y me temo que no ha terminado aun.
Además de la salud me faltan muchas cosas para parecer feliz, una semana de vacaciones, una casa, unos nuevos ojos y aunque a veces me cueste aceptarlo tus átomos también hacen parte de la lista de mis ausencias. Esto que tal vez leas tiene el propósito de mantener atado el nudo que nos unía, mientras repases lo que te escribo nada habrá acabado aun(por lo menos eso pienso).
A veces quisiera ser más valiente de lo que mis piernas me indican, cruzar la ciudad y encontrar tu calle llena de razón para inundarla de mi locura inofensiva. Esta ciudad es tan pequeña que vivo a menos de un kilometro de tus limites, este pueblo que se creció y quiere llenar sus calles de prisas y centros comerciales me habla de ti cuando es mi cuerpo el que pasa cerca al palacio de gobierno, el de la infamia y la corrupción, quisiera atravesar otra calle mas y preguntar en la puerta de tu trabajo por ti, por tu nombre que todavía me dice tanto como la primera vez que logre conversar con tu inteligencia. Pero sabes que soy cobarde, un cierto temor invade mis nervios y me consume la estática. No es temor al “celador” de tus emociones, no al dueño de tu tiempo, a ese no. Le temo a ver tu rostro de nuevo, volver a descubrir en el los ojos que me comprenden y la boca que me habla de cosas tan normales como tu familia, como el mundo en el que dormimos a diario, te temo, a encontrarte, a volver a ser parte de tu tiempo, a dañar lo que has construido, a sumarle un fracaso mas a mi lista de derrotas, a dañar tu vida normal con mi desorden. Espero que no te hayas olvidado de aquel que te hacia reír, del cara triste, del cara nada, espero que me respondas, solo quiero saber cómo andan tus días, que color tienen las noches y a qué velocidad corre tu reloj los domingos, el helado que te debo aun espera, no se ha derretido, lo conserva mis deseos y la ilusa esperanza que esto aun pueda llamarse amistad; espera por ti y tu presencia que todavía extraño.

martes, 4 de agosto de 2009

Indigencia

Cuando la buseta pasa por la calle sexta, todas las miradas se dirigen hacia al canal de aguas negras que pasa por allí, ojos curiosos tratando de encontrar eso que no pueden entender, la conducta de aquellos que han rechazado la sociedad y en las manos del vicio olvidadizo han tratado de inventarse su realidad, algo ficticia algo mentirosa para aquellos que miran desde la buseta en plena marcha.
Hablo de los indigentes que habitan el canal, ese de malos olores, el cómplice de todas las drogas, de noches frías y días soleados, los indigentes que tuvieron una vida como nosotros, con un pasado lleno de trabajos decentes y obligaciones sociales, con familias que tal vez ya se olvidaron del que se pudre entre cloacas y humos de marihuana.Los que viajan pagando el derecho a ser transportados miran con desprecio a quienes se han liberado de las preocupaciones de este mundo absurdo, por encima del hombro alzan sus miradas acusadoras de rechazo, allá abajo vigilados por el sol que hace de testigo presencial, nuestra “escoria” sigue inventándose un mundo de alucinaciones maravillosas donde la triste realidad no existe, donde el hambre y el dolor solo son palabras desconocidas, alucinaciones de súper, de bazuco, de “perico“ de “yerba” que parecen no acabar.
El orden social no ha variado; sigue siendo el mismo, millonarios, ricos, pobres e indigentes. Los pobres, queriendo ser mejores de lo que son miran a aquellos seres de la calle con indiferencia y cierta curiosidad sin saber que solo un eslabón los separa, solo un grado para diferenciar a aquellos que siendo miserables no lo saben de aquellos que siendo indigentes han abandonado toda lucha infructuosa en pro de ser alguien en un mundo de nadie.

viernes, 24 de julio de 2009

Cartas del bosque II

Mientras escribo un frío recorre mi cuerpo y trato de ser fuerte a una enfermedad desconocida que perfectamente puede ser solo cansancio o algo más grave de lo que no tengo ni idea, aun permanezco delgado al paso del tiempo y eso se está convirtiendo en un karma que a veces me atormenta, no es fácil tener que lidiar con pendejos que ven en ti a un niño mientras el adulto que quiero mostrar se oculta entre estos rasgos delicados, casi delirantes.
Mi vida no ha dado saltos importantes, todo transcurre con la misma calma de siempre, a veces eso lamento, quisiera que un terremoto revolcara mi mundo interior y despertar en otro suelo, con otro paisaje, en otra ciudad que no conozca, una en la que me pierda y no me importe encontrarme, aun sueño con bogota y su ajetreo, sus ladrones y su radical clima.
El fin de semana visite un pequeño pueblo cerca de esta ciudad, es agradable y su clima invita a volver, lo triste es que su cercanía a Cúcuta lo hace vulnerable a modas y estilos propios de la falsa ciudad olvidando la esencia que hace a un pueblo el sitio para olvidarse que existe babilonia con toda su porquería. Solo nos quedamos dos días y una noche, yo me limite a tirarme en la hierba a practicar el santo oficio de la pereza, quería descansar de la rutina que me desgasta, de los horarios que sabes no me van bien.

Ojala respondieras esto, solo quiero saber lo que no me atrevo a imaginar, quisiera que me contaras de aquello que aun guardas para ti, los secretos que te comes entre tus ojos y tus palabras de siempre, aun sigo siendo tu amigo o eso es lo que me dice la memoria, por creerme tu amigo intento impedir que se borre tu recuerdo y que yo desaparezca de tu cabeza, extraño tus palabras que se acomodaban de la forma justa para que mi monstruo interior no cruzara la barrera de la realidad.

viernes, 17 de julio de 2009

Cartas del bosque I

Hada
Me trague mi orgullo por unos momentos y de mi afloro esto que ahora lees, solo son letras amarradas para tratar de contarte las cosas que antes tu sabias, lo mío, mis cosas, las que me atormentan y las que me hacen olvidar mis fantasmas.
Tal vez esté haciendo lo incorrecto y no me importa, muchas noches entre libros y canciones pensé en contarte como ando, en no dejar romper el lazo que nos unía, tu carácter a mi fragilidad, tus actos a mis pensamientos, mi amistad a la tuya; y así es como tecleo estos símbolos que dicen lo que me sale, como siempre lo hice contigo, y mientras tecleo trato de imaginar esos momentos en los que respiramos el mismo aire y la distancia era lo de menos, no existía, estabas tan cerca de mis cosas que las conocías bien, me conocías bien y eso me hacia vulnerable a tus ideas a tu forma de ver este cuadrado mundo, me gustaba dejarme llevar por lo que me decías, esos consejos no cayeron en un pozo sin fondo ¿sabes? Estoy tratando de ser menos autodestructivo con mi forma de pensar para llegar a ser un modelo idóneo de lo que todo el mundo espera que haga una persona ejemplar. Contigo solo fui yo, como era, sin mascaras y sin proyecciones a futuro, las segundas intenciones nunca se presentaron entre mi trol y tu angelical creación.
Este es un medio para decirte que todavía no consigo resolver mis dudas, día a día desde mi sitio de trabajo puedo observar que la felicidad tiene muchas caras y cada una se oculta de la otra, hay muchas formas de querer a alguien y tú lo sabes, la mía no sabría encajarla en alguna categoría, nuestras horas compartidas se habían vuelto indispensables y necesarias para mis oídos, para mis ojos, para mi revuelta cabeza que necesitaba de tu orden para acomodar las piezas y hacerla menos extraña. Yo te quise sin tener que llegar a nada pues los limites nunca existieron entre mis átomos y los tuyos, te quise de manera pura, no como te quiere el “celador” que te amarra a su voluntad para que tu no fabriques esas alas que deseas tener, mi cariño era espontaneo y sin miramientos a los lados, por eso te escribo, por eso no muero.
Y a todas estas cosas que te estoy diciendo no te de contado lo que vine a decirte, yo solo quiero saber de tus días, de cómo están las cosas en ese corazón mitad acero mitad gelatina, que me cuentes si aun odias los vallenatos o ahora le haces guiños a el binomio de oro, si botaste a la basura la manilla de “los idiotas de kiss”, si ahora estudias a mediodía en vez de “perder el tiempo” como lo hacías antes, si almuerzas en el mismo lugar, si te acuerdas del feo trol que quería ser tu amigo para siempre, solo que ese para siempre es mucho para un limitado tiempo que nos hizo trampa, nos envolvió en la confusión y los malentendidos que terminaron por socavar un abismo que ahora separa nuestras palabras.
Déjame tu respuesta, lo que piensas de esto que ahora mismo no estoy seguro de enviar, déjamela en los comentarios, al final de esta sopa de letras, para saber que has leído estos renglones y así tener la certeza que aun te puedo quitar segundos para pegarlos a mi reloj algo atrasado, para tener una coartada y escaparme de mi vida un momento todos los viernes para contarte cómo voy para mandarte saludes de mi depresión que cada vez es menos entrometida en mis asuntos; solo quiero navegar en este mar agitado de letras del que quiero rescatar tu amistad, que se encuentra moribunda pero que se no ha muerto.

martes, 14 de julio de 2009

Pasos invisibles

Los dias pasan cansados y monotonos,,, el aire es denso y no logro encontrarme, camino por entre calles atestadadas de gente que no me dice nada, no estoy triste ni deprimido, es diferente, mas bien me acerco a la personalidad de un zombie que no tiene a donde ir y vagar se convierte en su meta mas elaborada, las luces aparecen cuando la noche ataca, cuando soy mas vulnerable a sentirme culpable conmigo mismo. Pero la ciudad no cambia,todo sigue igual y todo se repite, me da tristeza grado 1 y no logro sacarla de mi cabeza, se funde en mi como las gotas en el asfalto.
No se que hacer, que decir, creo que estoy vacio, creo que el poder de disfrazarme de otro lo he perdido, algun archienemigo de mi voluntad se lo robo, dejandome solo con este disfraz de gente buena, de persona saludable y trabajadora que empieza a quedarme grande.
Mientras camino pienso que todo puede irse al carajo, que mi vida no vale mas que una fruta podrida, si hoy tuviera el deseo de ser otro le gritaria a mi jefe lo negrero que es, le escupiria en el escritorio y derramaria su café, lastimosamente mientras la noche se come los segundos del reloj de la catedral, mis zapatos de remate se dirigen hacia su puesto de trabajo donde soy el mismo de las noches anteriores el niño con cara de idiota resignado, viendo las horas pasar mientras practico mis lecciones de guitarra y fingo tener un destino dorado de triunfos y aciertos.

jueves, 9 de julio de 2009

De dias sin tormenta

Estoy viviendo buenos momentos, ya casi no escribo y eso está bien si quiero vivir mejor, el escribir siempre fue una especie de exorcismo para mis males, ya no lo hago tan frecuente como en meses anteriores, y no estoy diciendo que no volveré a hacerlo, pues creo que las letras siempre me acompañaran, solo que ahora no lo hacen todos los días.
Puedo contar que eso que llaman corazón está bien, hace poco tuvo que renunciar a algo que quería mucho, que le hace falta pero que se hace el duro para no tener que volver atrás, ademas yo le tengo prohibido recordar los buenos momentos con ese otro corazón de ojos marrones y palabras dulces para que no se lastime con sonrisas y abrazos que guarda el pasado en algún lugar de mi memoria.
Ya no me duelen las lluvias ni las noches de silencio absoluto, los maullidos de los gatos ya no me dicen nada ni me interesa una trasnochada película rusa de cine independiente, la música entra por mis oídos y me entretiene, es la misma de ayer, las mismas letras, las mismas preguntas, los mismos dolores entre cada nota que despide el cantante, pero yo, ya no siento como mios esos quejidos, ya no me dice nada la palabra soledad . No estoy diciendo que ya no existe la melancolía y algo de depresión en mis ojos, pues temo que ella nunca se ira, siempre permanecerá entre lo que escribo y lo que hago, ahora soy yo quien controla sus horarios de salida para que no estorbe entre mis sonrisas y los ojos de los que me miran, la cuido mucho para que no sea imprudente en horas de felicidad. Ella ya no me daña aunque todavía coquetea de noche y en momentos de precisión instantánea en los que me intento evadir de los demás.
Poco a poco se fueron los sueños de libertad y desarraigo, de viajes imposibles a través del mundo, no sé qué ladrón se llevo los coloridos disfraces de mis libertades y me regalo el smoking de persona cuerda, no sé quien se llevo mis locuras, mis complejidades y me dio un sentido común que ya no me estorba tanto. Quiero decirles a los que me conocen, los que se han tropezado con mi debilidad que no he dejado de ser el mismo; aun soy aquel que piensa en el porqué del viento y su invisible cuerpo mientras se sienta a mirar un atardecer, aun soy ese que se distrae con facilidad y no cree lo que le predican, solo que ahora tengo otros ojos que saben distinguir cuando el sol me quiere quemar y cuando solamente quiere abrigar mi sangre y hacerla subir hasta mi reparado cerebro.

viernes, 19 de junio de 2009

Tu y Yo

Tú, palabra que me exalta y me deja inquieto; tú eres un trozo de dios envuelto en un corazón que sangra sin remedio, entre carnes que limitan tu imaginación, tu eternidad. Tu perteneces a un nivel que aun no alcanzo eres de una rara especie contraria a mis libros, a mis teoremas; un acertijo que propone dudas, que me ata a la voluntad de reptar a tu lado, de moverme zigzagueante, esquivando tus espinas, tus trampas ocultas, tus rabias.
Y yo, yo solo soy ese, el chico nada, aquel que no aprendió a saludar de mano las visitas, el muñeco de trapo que todos pateaban, la cosa rara del vecindario, el de las noches en los ojos, el ausente en los 15’s, el cara fea, el cara rara, el corazón solitario.
Ahora; no sé qué papel ocupamos en este mundillo de oportunidades falsas, de paraísos pintados con temperas que se lleva el agua, con crayones invisibles. Nosotros es la palabra que no logro acomodar en mi lógica algo desordenada, no sé que somos, aun no entiendo que hacen nuestras sombras cuando se abrazan, bajo el sol del mediodía, cuando la mía te susurra al oído que te quiere y la tuya parece entender que el sol no dura todo el día; que el viento se lleva las palabras de siempre y solo queda el silencio, vagando entre preguntas que aun no logro resolver, entre tu mirada y la mía, entre tú y yo, entre el cielo y el infierno; que me parece estrecho cuando se trata de descifrar tus límites.

martes, 16 de junio de 2009

Señor crucificado

Ayer estuve visitando a mis muertos y no te vi por los lados del cementerio, me enseñaron de niño que vivías en cada rincón del planeta, que eras omnipresente y podias verlo todo; pero ayer, ayer tuve que llorar solo, nadie seco mis lagrimas, espere tu hombro sobre el cual recostarme; pero ni tus vestidos blancos pude ver ¿Dónde estabas, señor de los ilusos? ¿Tal vez creando falsas promesas a otros pueblos inocentes y sin ciencia?
Cerca de la tumba de mi madre estaba tu presencia grandilocuente y de mártir aparente, irguiéndose como lo más grande entre tanto silencio de muertos que esperan lo que no llega. Tú actuar se asemeja al de un caprichoso dictador, señor de señores, eres un maestro de las marionetas que se divierte viendo como re rompen los hilos que nos mantienen vivos, como el tiempo se hace a nuestros huesos, a nuestras carnes, robándose nuestra prestada vitalidad, nosotros somos tus títeres, estamos a tu merced y lo único que puedo hacer es renegar de ti, de tu supuesta compasión, lo siento pero ya no creo en tus falsas llagas ni en tu rostro de sufrido, la promesa de un cielo perfecto ya no es mi prioridad.
Ya no es necesario que visites mi casa en navidad, ya no eres bienvenido, ni tu ni tus ideas de utopía fantástica, prefiero creer en la lucha de este mundo, lo que puedo ver, lo que me toca vivir a diario. señor ungido; quisiera ver tu lado más humano, más directo, más mortal, viviendo entre nosotros, entre carnes que duelen, entre huesos que se quiebran, entre Dolores físicos y mentales que no alcanzas a ver desde tu trono a la derecha de DIOS TODOFICCION. Ah por cierto, si vienes a juzgarnos con tu ira desmedida te cuento que ayer deje mi fe enterrada en una tumba abandonada, si la vas a buscar creo que la encontraras marchita, ayer me bautice ateo.

jueves, 4 de junio de 2009

Sobre la noche

Ayer Salí a buscar suerte a la calle de la locura, ande por estrechos andenes donde la pobreza es un adorno mas de la ciudad, donde el polvo cubre con una delicada capa las pisadas que otro desventurado corazón he dejado, anduve con algo de inquietud entre tantos ojos ladrones, tantos labios que quisieron llevarse el trozo de inocencia que aun encuentro en la mirada de los niños sin madre, los de los puentes, de esquinas y de rincones donde el delito se convierte en delicia furtiva.
Fui testigo de la cultura que no tiene reglas, de la ley del mas imponente, de la ley del arma que no tiene ética ni repara en el color del vestido que va a agujerear, una cultura que se sostiene por sus propios medios, testigo eficaz de lo que significa vivir sin otro camino que volverse un militante mas del ejercito urbano y disperso; creado por la necesidad de ser alguien en un mundo donde el ser nada es ser difunto.
Mis colegas, los que caminan conmigo tienen caras cansadas, rostros manchados por el paso de los días sangrientos, esos otros pies que también recorren la ciudad en busca de distracciones que le hagan olvidar que nacieron siendo nada, que viven tratando de olvidar que no son nada, que pelean cuchillo en mano para olvidar las trampas de la vida y esa manía que ella tiene para hacerlo todo mas difícil.
Mis hermanos, aquellos que no se ponen mascaras para alagar ni utilizan palabras suaves para disimular su asco; tienen por cómplice a la noche que sin estrellas o con ellas, con lluvia o viento siguen tratando de sobrevivir, entre papeles y cartones entre filosos peligros que estuve a punto de probar, anoche.

jueves, 28 de mayo de 2009

Libertad de corredor


Anoche salí a buscarte
calles solitarias
ladridos de perro
lluvia seca
árboles dormitando
y de ti nada
me acerqué a tu puerta
un bombillo encendido
muchos toc’s en la madera
silencio, más silencio
y de ti nada
la luna me contó que volaste
que te alquilaron alas
me alegro que te eleves
que me dejes tirado
es consecuencia efímera
que no te importa
entonces camino, veo tu rastro
presiento que tus alas
están hechas de cera
el sol comienza a brillar
espero a que caigas.

lunes, 25 de mayo de 2009

Mi ciudad

Mi ciudad, bueno donde ahora me muevo, es una prostituta que dice si a quien desee pisarla, adornada con gitanos de todos los rincones más podridos, con gente que quiere hacerla envejecer, saturarla y secarla, usarla.
Mi ciudad, porque no estaría bien llamarla de otro modo nunca duerme pero es en la noche cuando realmente disfruta de los cabellos que adornan las camas de sus moteles, de las palabras obscenas que se multiplican en cada esquina, al pasar unas piernas sostenidas por una mujer de practicidad sexual envidiable, cuando el alcohol invade sus calles y algo de sangre las aceras, disfruta sentirse viva cuando las drogas camufladas en tarros de leche se elevan entre venas y arterias, entre átomos de humo, entre pulmones y narices.
Esta ciudad que no tiene dueño, de sudores y olores no tan buenos, de pitos y furia animal, respira humanidad en sus calles, humanidad podrida por el brillante acero que corroe la mente de quienes la habitan, de las prisas de los días, del silencio cómplice de la noche; yo la saludo a diario y ella muy orgullosa de sí misma me guiña el ojo y promete regalarme felicidad.

viernes, 22 de mayo de 2009

Impotencia

Me acusa la impotencia que dejas cuando se esfuma tu mágica presencia. Cuando dices adiós sin pronunciar palabra, sin importar que tal vez no pueda dormir ni encuentre un espejo en el que verme bien.
Tal vez no te des cuenta pero me haces falta, mis ojos se acostumbraron a ver tu perfección, mis oídos imaginan escucharte cuando solo el viento es el que susurra. Me miento cuando le digo a mi conciencia que mañana vendrás, que acompañarás las tardes sangrientas de mi casa, que mi imaginación tejera muchos cuentos que te recitaré para ocultarte cosas que no quiero contarte pues te lastimarían, me miento pues eres ave que no se detiene en nidos de invierno, me miento pues tienes por segundo nombre libertad y eso es muy difícil de igualar, de alcanzar.
Esta noche cuando la luna me muestre su mejor vestido contaré los minutos que me regalaste el día que ya se ha ido, y sé que serán pocos, que el día tienes pocas horas cuando se trata de permanecer a tu lado, respirando tu vitalidad, alimentándome de tu cabello, de tus labios, de tus cualidades invisibles.
Te vas dejándome atrás sin más remedio que apuñalar un cigarrillo entre mis labios, luchar contra un cuerpo que parece no ser el mío y desear que mañana el sol maquille tu sonrisa de nuevo.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Critica destructiva


Una mascara cubre nuestra verdadera naturaleza, nos aleja de los demás y de sus preguntas, nos evita complicaciones hasta con nuestras dudas.
La colectividad se apodera de todos nuestros actos y cada paso que damos se vuelve repetitivo y predecible, pasamos horas enteras tratando de llenar nuestra casa de chucherías y cachivaches de todos las formas y colores, para ocultar ese vacío interior que no se llena ni con todos los electrodomésticos del almacén mas caro. Vivimos matando nuestra vida para ganar ¿que?, un montón de cenizas de las que nadie escapa, un polvo que se lo lleva el primer viento que pasa, un adiós que nadie quiere ver y por eso lo de las mascaras, para ocultar quien verdaderamente somos, para ocultar la podredumbre que esta mas allá de los ojos superficiales.
Entretenemos nuestras cualidades verdaderas y el artista que hierve dentro se cansa de la inactividad que tu prolongas por tiempos largos, se congela tu pasión por ser libre y eso que querías ser cuando eras un niño todavía se desvanece entre pitos de carro, horarios de oficina y madrugadas repetidas.



Y estúpidos se convierten los pasos que vas marcando, en pos de un futuro traslucido e invisible, casi imposible, tu sabes bien en el fondo que esa utopía no existe, que hasta se puede poner en duda la existencia del paraíso extraterrenal, ese del que hablan los libros de religión, con la que también cumpliste dándole un poco de tiempo para abrazar la tradición y las “buenas costumbres”, que nunca tuviste el coraje suficiente para gritarle a dios que existían noches en las que dudabas de su existencia, que tenias ganas de maldecirlo por su hacer impredecible y algo errático, pero que la cobardía ato tu boca.
Si, somos tan falsos como las promesas de amor de una prostituta, como el “hasta que la muerte los separe” que dicta el cura al final del falso ritual del matrimonio y ¿sabes que es lo peor de todo? Que el sol pasa, la luna cumple su ciclo y la vida se nos va sin darnos cuenta de lo dormidos que se encuentran nuestros ojos, del regalar nuestra vida ¿a cambio de que?, si al final todo se ira a la mierda.

martes, 19 de mayo de 2009

Entresijo



Cuando eres un nino nadie te enseña a amar, nadie te dice como abrazar, como querer, como besar de forma verdadera; poco a poco te vas convirtiendo en un animal incapaz de decir te quiero sin tener segundas intenciones, nos hundimos en el hermetismo y permanecemos siempre a la defensiva, procurando que nadie pase la barrera que nos protege del mundo exterior y de sus “peligros”. Ahi es cuando llegan los amigos y aunque son importantes para ti, esa palabra sincera que quieres decir nunca la pronuncias, un miedo invade el color de tus ojos que se han puesto palidos y faltos de vida, vas a fiestas; a paseos de fin de semana y aunque disfrutas de la compania de esos que te rodean y te llenan de palabras graciosas, de un comentario poco interesante; de secretos de amores primerizos; nunca puedes abrazar a aquel que comparte contigo una bebida, la sombra de un arbol, o sus mas grandes sueños; te zambulles en la incapacidad de amar con tanta fuerza que se resquebrajan tus sentimientos, te vuelves lejano y silencioso, quieres en silencio, y eso como sabes en incontenible; te sale por los poros, los demas lo notan y empiezan a construir un muro invisible que los librará de tu paranoia cada vez que estes a menos de un metro de ellos.

Es a esa altura cuando te has convertido en un reprimido con altas tendencias a estar deprimido hasta por ver el sol ponerse en la montaña a lo lejos; no puedes querer de verdad y gracias a ello la chica que te gusta nunca llega a saber de tus intenciones, ella a la que tal vez tambien tu le interesabas pero que se quedó esperando que tu actuaras y le llenaras de palabras y versos conjugados los oidos, pero claro que sabes que eso no paso, gracias a la represion de tus palabras y eso que nunca se dice, que te ahoga de a poco, que te consume en la desazon de hallarte en un callejon sin salida que te aplasta contra una actitud subvalorada de ti ante los demas.

Y tus amigos y tus amores, nunca sabran del ser que realmente eres, de ese monstruo que guardas dentro, las frases que nunca se conjugan en tu boca, los brazos que no encuentran la espalda adecuada para abrazar, esos labios que se secan, envejecen por falta de contacto con sus semejantes, por un uso adecuado, por no regalar los tesoros que se encuentran guardados entre las palabras que tu vocabulario no conoce.

Asi; de esta forma te conviertes en lo que eres ahora, un ser imperfecto,lleno de complejos, de miradas extrañas y pasos torcidos y mal dados; es de esta manera que llegaste a convertirte en aquel que es incapaz de amar, alguien indiferente e invisible para aquellos que llenan centros comerciales y escriben palabras de amistad y amor en las paredes blancas; fue asi como te convertiste en el imperfecto oscuro de noches palidas, el que quiso llamarse magozzcuro para tener una excusa a su melancolia, para escribir eso que no le contabas a nadie, pues los amigos que antes te aguantaban se hartaron de tu cuestionamiento estupido y se marcharon. Ahora solo me tienes a mi, tu conciencia errante y perdida, que esta pensando seriamente en cambiar de residencia.

jueves, 14 de mayo de 2009

Corazon delgado

Mi madre tiene todas las edades en una sola, y aunque sé sus orígenes y los males que la atormentan me parece que se poco de ella, más bien nada, casi nunca hablamos y siento que me oculta algo.
Ayer caminé con ella por las calles de esta mugrienta ciudad, sentí que era tan indiferente a su mundo como cualquier otra persona, un abismo se teje entre ella y las cosas que me definen, lo que soy y lo que ella es no está en la misma dimensión.
Ahora empiezo a creer que su amor es tan grande que eclipsa el mío, no entiendo porque no puedo decirle que la quiero y abrazarla de verdad, tal vez hasta agradecerle por lo pendejo que he sido y todas las malas caras que ha tenido que soportar de mi parte.
Esta incapacidad de amar empieza a molestarme, sobre todo los domingos cuando es inevitable mirarla a los ojos y tratar de cumplir con la tradición de la bendición y todas esas cosas, cuando solo por formalidad le pregunto como está y ella como siempre me dice que todo está bien, pero yo sé que miente, que en su corazón hay muchos vacios y muchas preguntas que se quedaron sin resolver, una telaraña que le tejió el tiempo y que aun nadie le ayuda a desenredar.
Claro que quiero a mi madre; solo que me molesta ese bloque que nos separa, que no sé quien construyó, que no sé quien mantiene, tal vez somos ambos los culpables; tal vez ninguno de nosotros quiere trasgredir eso que nos separa, una capa invisible que me impide contarle acerca de todos los fantasmas que aun me acechan bajo la cama, los que ella espantaba con una palabra cariñosa cuando yo solamente era su hijo y nada más.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Genesis

Hoy comienza este experimento con intenciones de mostrar de a poco mi vida turbulenta e inestable, las palabras que callo y las noches que quieren gritar por si solas, esas cosas que ni siquiera le cuento a mi almohada, los malos pensamientos que nadie escucha trataré de dejarlos pegados en estas hojas , como forma de no ahogarme en mi propio fango, para respirar y mantenerme en pie mientras sigo buscando día a día quien soy y porque rayos no puedo conformarme con el sol de la mañana.